viernes, noviembre 28, 2008

La Alianza de cara a su máximo desafío electoral en 50 años

El triunfo obtenido en alcaldes en las elecciones municipales de octubre ha colocado a la derecha por primera vez en muchos años, quizás por  primera vez desde el triunfo de Alessandri el ’58, con posibilidades de alcanzar democráticamente el poder ejecutivo en Chile. No obstante, no hay que engañarse con este éxito: el camino a la presidencia no es carrera corrida y la derecha ha demostrado una fúnebre habilidad para autoboicotearse a lo largo de estos últimos 20 años, al punto que la mayoría de los analistas especializados se preguntan si verdaderamente podrá lograr el desafío que se ha planteado.

Después de todo, el triunfo en alcaldes y la derrota en consejales ha puesto nuevamente de manifiesto que la ciudadanía apoya la gestión local de la Alianza pero que mayoritariamente desaprueba el trasfondo ideológico de los partidos de derecha.

 

Si la Alianza desea derrotar a la poderosa máquina electoral y espiritual de la Concertación, es necesario que aprenda a correr riesgos, riesgos que ha sido incapaz de afrontar durante el último medio siglo.

            Para poder comprender esto a cabalidad, es necesario revisar con detalle la derrota de Lavín contra Lagos en 1999. Pese a perder sólo por 102 mil votos en segunda vuelta ganando en cinco regiones –y acercarse a 30 mil votos de diferencia en primera y derrotarlo en mujeres en ambas-, el éxito electoral de Lavín no estuvo cerca por muy engañosas que puedan resultar las cifras. Porque el problema de Lavín no estuvo en aspectos soft de su campaña –el diseño publicitario de campaña, las propuestas concretas realizadas, el estilo cercano del candidato, el tiempo para convencer a más votantes, etc.- sino que por el contrario: esos aspectos fueron sus principales fortalezas. Además, la derecha tiene a sus propios Tironi’s de calidad. Es en los aspectos duros –como los planteamiento de fondo de los partidos políticos sobre su visión de un Estado-Nación, la historia asociada a cierta tradición democrática-, en suma, aspectos complejos de modificar en el corto plazo, donde la derecha hizo (y hace) agua. Es decir, obtener ese 1 ó 2 % que le falta a la Alianza para obtener la mayoría absoluta en la votación es más costoso que subir hasta el 48-49% de la votación.

            En esta elección presidencial que se avecina, la derecha cuenta nuevamente con un potente candidato para ganar. Nuevamente también, el país se encontrará bajo una crisis económica, aunque presumiblemente de menor impacto que la vivida tras la crisis asiática. Finalmente, será la primera elección presidencial con Pinochet muerto.

            Pero creo que se equivocan quienes suponen que en la elección presidencial basta con hacer unos ajustes menores en la campaña –un buen slogan, un programa de propuestas accesible, un recorrido extenso por todos los recovecos del país, un planteamiento express de temas pendientes como derechos humanos, voto a chilenos en el exterior, etc.- para ganarle a la Concertación. Lavín, que era un excelente candidato y exponente al respecto, no pudo sólo con eso. De hecho, hoy el mismo Joaquín lo vocifera a los cuatro vientos que se requieren cambios de fondo en la Alianza.

Todo lo que sigue tiene como punto de partida este postulado: la derecha ha fracasado en los últimos 50 años porque no ha sabido leer las necesidades y aspiraciones de la sociedad chilena y no por un tema de mal marketing o por una mala estrategia de venta de sus ideas. El problema de la derecha no son los candidatos –como acaba de quedar demostrado en la elección de alcaldes- sino que los partidos políticos, sus planteamientos de fondo y la forma en que han interaccionado entre ellos.

            Por eso esta elección plantea un desafío mayúsculo a la Alianza por Chile. Porque tiene posibilidades reales de ganar, pero no lo hará si no hace un esfuerzo serio, de fondo, doloroso, por ofrecerle al país mejores condiciones de vida con una propuesta atractiva, desafiante, nueva. Aspecto especialmente complejo en una coalición acostumbrada por varias generaciones a gobernar el país desde las sombras de la economía.

¿Cuáles serían estos desafíos? Podríamos armar una larga lista, pero en mi opinión personal, estos desafíos podrían resumirse en cuatro. Estos serían:

 

  1. Mostrar una agenda política de futuro. Es decir, la Alianza tiene que mostrarse más progresista que la Concertación en varios ámbitos para derrotarla en las urnas.

Se equivoca Allamand cuando supone que el desalojo es suficiente para derrotar a la centro-izquierda. El desalojo sólo apunta al voto-castigo, a la lógica de la alternancia en el poder como un derecho adquirido de la Alianza.

      Si después de 20 años de gobierno la Concertación ha ganado todas las elecciones más políticas que existen –concejales, diputados, senadores-, apostar sólo al desgaste es  ilusorio. Sobretodo si todas las últimas mediciones electorales han mostrado que el desgaste es del sistema político en su conjunto y muy especialmente, de todos los partidos políticos tradicionales. Incluidos, por cierto, RN y la UDI.  

      Convertir a la Alianza en una verdadera coalición progresista significa un cambio en 180 grados en como ha venido operando el conglomerado hasta hoy. Significa replantearse temas que están enquistados en el corazón de muchos dirigentes aliancistas de la década de los noventa.

      Existe entre los viejos dirigentes una convicción monolítica de oponerse a  reformas centrales de nuestro sistema político que no encuentran el mismo eco en las nuevas generaciones. Sólo por nombrar las más importantes, las propuestas del voto voluntario, la reforma a un sistema poco representativo como el binominal (en un país que la desigualdad se refleja en múltiples campos como los ingresos, las oportunidades y la política) y la democratización de los cargos provinciales y regionales.

      El caso del sistema binominal es especialmente grave ya que esconde una contradicción enorme del conglomerado de derecha. Hay que decirlo ahora con todas sus letras. Por que si bien por un lado, la derecha ha tomado como su bandera de lucha la defensa de la transparencia y la lucha contra la corrupción, el sistema electoral que ha defendido con uñas y dientes desde 1990 a la fecha incentiva exactamente las conductas contrarias.

      Si allí donde se supone que los ciudadanos deben escoger a sus representantes los partidos políticos poseen un mecanismo para nombrar a dedo a sus candidatos y, más encima, sacarlos elegidos aunque sean ampliamente derrotados, toda crítica hacia prácticas clientelares del gobierno suenan a discurso hueco. ¿Quiénes son estos que rasgan vestiduras por la transparencia y la honorabilidad pero que llevan candidatos pre-cocinados a las elecciones?

      Quiero ser majadero en esto: el binominal es una artimaña tecnicista que la gran mayoría del país no entiende cómo funciona en detalle pero está consciente de sus resultados: genera injusticia con la voluntad de los votantes y ancla a los puestos a los apitutados de siempre.

En Chile, el elemento principal que atenta contra el accountability y la rendición de cuentas por parte de los partidos políticos, eso es sin lugar a dudas, el sistema binominal. El binominal además es poco representativo electoralmente y le quita competencia al sistema político. Protege a los dirigentes que están hoy al mando de los partidos políticos de la decisión soberana de los votantes.

 

La inmensa falacia contenida en el “preocupémonos de los problemas reales de la gente” instaurada por la lógica de gestión eficaz de Lavín a fines de los noventa debe ser desechada. Primero, porque la frase nació como excusa para oponerse a las reformas políticas que planteaba la Concertación como el fin a los senadores designados, la inamovilidad de los comandantes en jefe, entre otros que terminaron igualmente por aprobarse. Segundo, porque los problemas de la gente no son una realidad en sí, sino que cada actor y conglomerado lo mira desde un prisma particular, un prisma político. No se habla de pobreza o salud sin hacer inmediatamente referencia a un marco conceptual específico que hay que transparentarlo. ¿Desde dónde se habla? ¿Cuáles son las propuestas específicas?

      Lo anterior se relaciona profundamente con el malestar difuso que siente la derecha, desde hace 70 años, con participar en política. Desde Ibáñez del Campo que la derecha ha sostenido que se encuentra el la política a su pesar, sólo por una responsabilidad moral para con la sociedad.  

 

¿Cuál es la agenda de desarrollo político de la Alianza por Chile? Al parecer no la tiene o esta se reduce a ir aceptando progresivamente, a través de los años, las propuestas de la Concertación. Tantos años en la oposición hace que muchos dirigentes estén cómodos en esa posición y los vuelven de pronto demasiado críticos no sólo con el gobierno, sino que con el Estado y la sociedad en general. En cierta forma, existe la percepción de que parte de la derecha es más reactiva que propositiva.

 

  1. El segundo gran desafío es demostrar el compromiso democrático de la Alianza. La mejor y más arriesgada forma de lograr esto en el corto plazo sería organizar primarias en la Alianza. Pero no cualquier tipo de primarias ni unas hechas a la medida del favorito Piñera: unas primarias abiertas, que permitan a cualquier chileno mayor de 18 años –inscrito o no- votar en ellas. Asimismo, resulta imprescindible coquetear lo mayor posible a Adolfo Zaldívar de participar en ellas, aún al riesgo de que los descolgados de la Concertación intenten de hacerlo triunfar para detener a Piñera. De eso se trata exactamente: de acercarse verdaderamente al centro político del país, de convencer a los desencantados que un gobierno de derecha no sólo no es peligroso, sino que podría ser provechoso en muchos sentidos. El que va a votar a las primarias de un conglomerado cuenta después con mayor lealtad para volver a elegir al candidato del pacto, aunque su candidato específico hay a sido derrotado en la primaria.

Pero no intentándolos convencer como lo ha hecho hasta ahora la Alianza. Hasta hoy, la Alianza sólo ha ofrecido un pacto electoral y no un pacto verdaderamente político con los desencantados de la Concertación. A fin de cuentas, más allá de los cargos con que se premiará a quienes se unan al pacto, urge convencer a quienes se sienten representados por dichos representantes, más que a los representantes en sí. Para ello no basta negociar cupos o ministerios, sino que hay que abrirse a flexibilizar –esa palabra que tanto desagrada a muchos dirigentes de derecha- el programa de gobierno.  

 

  1. Comprender que la negociación parlamentaria entre los partidos es secundaria (la derecha lleva los últimos 20 años conformándose con ella) y que el desafío principal es la Presidencia. La consecución del poder ejecutivo debe supeditar todo el resto de la configuración electoral. Últimamente hasta se ha filtrado que los partidos de derecha ya tienen distribuidos los ministerios políticos en caso de llegar a la presidencia. ¡Eso es poner la carreta delante de los bueyes!

 

  1. No caer en la trampa de los dilemas éticos.  En la derecha chilena existe una verdadera vocación por la ética de la convicción. La Concertación, en su afán de retener el poder y sabiendo la contradicción interna entre la derecha liberal y la conservadora, harán lo imposible por enemistarlos con los votantes. Si la derecha pisa el palito el 2009 (como lo hizo este año con la pastilla del día después), se habrá anotado un nuevo autogol.

Con los dilemas éticos se ganan muy pocos nuevos votos y, por el contrario, se pueden perder fácilmente varios cientos de miles.

Nadie espera que de la noche a la mañana la derecha se vuelva pro-abortiva o promotora de la adopción de hijos de las parejas homosexuales. Pero la derecha necesita no confundir sus deseos con la realidad. La homosexualidad no es una enfermedad y su reconocimiento legal es sólo hacer letra lo evidente. Se pueden discutir los términos o conceptos, pero no se puede detener el avance de los procesos sociales.

 

Si Piñera no logra hacer modificaciones de fondo a la Alianza por Chile antes de diciembre del 2009, la derecha habrá desperdiciado una nueva oportunidad. Aunque pierda por sólo 15 o 50 mil votos en una reñida segunda vuelta, una quinta derrota presidencial consecutiva sería un desastre imperdonable.

            Como dijo Max Colodro hace algunas semanas, si la derecha es incapaz de hacerse del gobierno en esta oportunidad, toda una generación de dirigentes debiera irse para la casa con humildad  y con la convicción de que fueron incapaces de armar una propuesta-país atractiva.

            Peor aún, seguirá colaborando –al tener propuestas poco competitivas con la Concertación- al desprestigio de la actividad política en Chile y agregándole parafina a una democracia que puede volcarse al populismo en cualquier momento. Sólo falta que un buen candidato corra con colores propios.

            La derecha no puede arriesgarse a perder nuevamente, pero aún no sabemos si está dispuesta a luchar de verdad como colectivo –no como voluntarismo individuales- por el control político del país. Es la duda que se despejará en los meses venideros. 

matias

domingo, enero 20, 2008

El fracaso maquillado


Ahora que estamos empezando el año 2008, no está de más volver la vista al gran dolor de cabeza del gobierno este año: el Transantiago. Con la renuncia con "vale otro" del ministro Cortazar y el informe de la cámara de diputados en mano, el transantiago se presenta ahora -a 10 meses de su dolorosa puesta en marcha- como un monstruo un poco más armado y menos horrible que el que soportamos por meses.
Pero ello no significa de que las cosas estén en un nivel aceptable. Cuando el ministro Cortazar y otras personalidades publicas e refieren a que el principal escollo de sistema de transporte capitalino es "la mala evaluación de los usuarios", se refieren a ello como si sólo reflejara la opinión subjetiva y antojadiza de unos usuarios que están exigiendo más allá de la cuenta.
El mismo Vidal ha dicho recientemente que "hay absoluta confianza del ministro Cortázar de que las cosas se están haciendo bien", al tiempo que dijo que "ya cumplió con lo esencial a lo que se comprometió, a más buses, a más recorridos nuevos, a modificar los contratos y a renovarlos. Eso está hecho".

Pero no: no se está pidiendo que se cumpla con lo que el sistema prometió (rebajar el tiempo de viaje y que estos sean más expeditos) sino que simplemente que el transantiago cuente con las mismas condiciones infrahumanas del sistema de las amarillas. Y hasta el mismo día de hoy, la calidad del servicio es sub-amarillas.

Aunque los medios de comunicación hicieron eco de la pléyade de culpables que identificó el Informe de la Cámara de Diputados, se obvió el tema fundamental al respecto, que no es otro que esta simple conclusión: El Transantiago, como intervención global del espacio metropolitano, fracasó.
Cuando se reconoce que los problemas del proyecto no sólo estaban en la implementación del mismo sino que también de forma importante en el diseño, lo que se está diciendo es que la forma en que se estructuró todo el sistema -el soporte institucional a la base, la licitación de recorridos, el diseño de los trasbordos, etc- adoleció de errores profundos.
Sinceramente me pregunto: ¿eso se soluciona unicamente inyectando más buses al sistema o realizando las obras de segregación de vias pendientes? ¿Se soluciona mejorando el acceso a la tarjeta BIP en más centros de venta? ¿se soluciona construyendo 4 mil paraderos techados para el invierno? Con toda la sinceridad del planeta, "no". Se está tapando el sol con un dedo.

No, no y no. La intervención global del Transantiago fracasó. Reconocer esto en serio implica ser lo suficientemente serios para decirnos a nosotros mismos: "el sistema de transportes en la capital no mejorará sustantivamente en, al menos, 3 a 4 años". El sistema no funcionara según lo proyectado nunca, sino que simplemente subsitirá con más pena que gloria por los siguientes años.
Quien diga lo contrario, está pensando en las municipales del 2008 o las parlamentarias del 2009. Esta es una verdad ferozmente cierta: el transantiago NO SE SOLUCIONARA en este gobierno. Y no porque siga siendo inoperante el gobierno, como le gusta predicar a la derecha, sino que porque rediseñar por completo un sistema de transporte para una ciudad metropolitana de las dimesiones de Santiago requiere de al menos ese tiempo. Hacerlo en menos tiempo es seguir con la lógica del parche curita frente a la fractura expuesta.
Yo creo que por sincericidio polítioa hay que decir el tiempo que tomará regularizar el transporte publico en esta ciudad. Aunque le cueste a la Concertación la mitad de las alcaldías este 2008. Mejor pagar el costo político ahora que perder el gobierno el 2010. Vamos a ver si tienen coraje.


matias

sábado, enero 12, 2008

Feliz año Nuevo

Con este video de la celebración del año nuevo de mi hermano y de un amigo en Isla de Maipo le deseo a todos un feliz año nuevo.

saludos, hip

matias

viernes, octubre 05, 2007

La ley penal juvenil y Naty

Esto últimos días el ambiente se ha visto perturbado por el explícito video de Franco y Naty, unos colegiales teniendo sexo oral en plena plaza.

Uno de los comentarios más recurrentes que he escuchado es que "quienes participaron del vídeo no midieron las consecuencias de sus hechos". Imagino que el estúpido que subió el video no previó que la Brigada de Investigaciones está tras sus pasos por publicación de material pornográfico. O que Naty no previó la estigmatización a lo largo y ancho del país a la que se ve (y se verá) sometida por realizar dicho acto.
Sinceramente, les doy el beneficio de la duda. No creo que lo hallan hecho "a conciencia".
Lo que no me puedo explicar es la contradicción de nuestra sociedad que juzga que una adolescente que realiza actos sexuales actúa sin discernimiento y, simultáneamente, afirma que todo joven de 14 años o más que cometa un delito sí lo tiene y puede pagar con carcel su osadía. Es decir, que un joven que se acuesta no sabe lo que hace, pero sí lo sabe es que roba o hurta. Esta incongruencia me parece gigantesca y se parece mucho a esa de EEUU durante la guerra de Vietnam, donde los jóvenes no podían por edad comprar alcohol pero sí podían ser llamados a combatir en el frente.
Resulta paradójico que a nuestros jóvenes les demos actualmente obligaciones de adultos y derechos de niños.

matias

PD: no a los 14 años como edad suficiente para ser declarado con discernimiento. Es un despropósito !!!!!

miércoles, septiembre 19, 2007

Suicidio Patrio


Varios héroes nacionales dieron su vida por el país en diferentes fechas: 21 de mayo, 1y 2 de octubre (el desastre de rancagua), 19 de noviembre (la batalla de dolores), por nombrar sólo algunas.

Pero el 18 de septiembre se matan muchos chilenos y, sinceramente, no es por amor a la patria ni en ninguna batalla decisiva. Es en la sobrevivencia con sus propias vidas que el 18 se lleva a muchos compatriotas para el otro lado.

Lo cierto es que la fecha es la excusa perfecta para que muchos saquen su propia tristeza a flote. La mayoría de las veces disfrazada de miserable borrachera, arriba o abajo del caballo. Debajo de las ruedas de un auto o al volante del mismo, decenas de chilenos pierden la vida estúpidamente los 18 de cada año (a veces no tienen ni 18), sin hacer ningún saludo a la bandera que no sea ahogarse en sus propias penas y angustias, en el consuelo y des que siente por si mismo.

Cada 18 se llena de martires innecesarios, anónimos, que se van amontonando en el contador.

matias

viernes, agosto 17, 2007

"Cocalero" de Alejandro Landes


El documental de Alejandro Landes exhibido ayer en el SANFIC nos muestra los últimos 70 días de campaña electoral de Bolivia siguiendo con su cámara al líder sindicalista cocalero y actual presidente Evo Morales. El gran aporte de Landes es que nos muestra una campaña política desnuda, sin retoques ideológicos, y que el realizador accede a los detalles más cotidianos de un candidato presidencial que se tenga memoria -pese a que en algún momento Evo lo acusa a Landes de pertener a la CIA y éste debe quedarse en El Chapare para que le devuelvan la confianza.
De antología son las escenas de Evo asistiendo a peluquerías Unisex de bajo perfil, de esas que abundan en los Caracoles chilenos; jugando fútbol o raquetball con sus correlegionarios de partido o, la más notable de todas, bañandose en un río con la camiseta de fútbol de Bolivia y en calzoncillos. El "decoro" y las apariencias harían difícil, sino imposible, obtener imágenes así de naturales y diarias de candidatos presidenciales de otros países del continente. Ese es el gran acierto de Landes qe hace que los pequeños detalles pasen a un segundo plano.

Junto al documental y con una visita a bolivia en el cuerpo (como mochilero o backpacker) me doy la libertad de ir un poco más allá en el análisis.

El documental se preocupa de mostrarnos las luces y sombras de un movimiento sindicalista indigenista como el MAS. De las luces, se reconfirma (al menos para mi) la integridad moral a toda prueba de Morales, lo que lo ubica a millones de años luz de distancia de Chávez. Evo podrá ser anticapitalista, estatista, revolucionario trasnochado para algunos, pero su actuar y su consecuencia son encomiables. Evo no se engolosina con el poder y aún no ha mostrado ningún atisbo siquiera de que necesita eternizarse personalmente en él para llevar a cabo su programa. En eso se equivoca Oppenheimer cuando lo compara con Fidel o Chávez.
Otra virtud del movimiento es que ha sabido utilizar sabiamente y en su provecho las características culturales del país, aceptandose a sí mismos en vez de soñarse de una manera diferente a la que son. De ahi que aprovechando el machismo latinoamericano colocaban a las mujeres adelante en la protesta, porque los policias militares no podían golpearlas con la fiereza con que golpeaban a los hombres. O que practicaran semanas antes de la elección la forma correcta de votar con las campesinas analfabetas. todas ellas son ventajas aplaudibles del partido.

Las sombras del movimiento tienen que ver, a mi entender, con dos tópicos. El primero relacionado con el impacto entre los discursos globalizados de la modernidad con algunas características del movimiento y la segunda con la dependencia del MAS de Morales.
Respecto al primer tema, es evidente que la fuerte cohesión interna del MAS lo lleva a momentos (o puede llevarlo a futuro) a entrar en contradicciones con el respeto de los derechos humanos y con valores relacionados con la libertad de expresión. Exigir, por ejemplo, que el MAS deje de castigar a quienes transpasan las normas atándolos al palo santo (un árbol del Chapare que contiene hormigas agresivas) es algo que en mi opinión requiere más debate. Lo mismo puede decirse de la obligación de asistir a las asambleas o de dar la mitad del aguinaldo a la confederación. Hacerlo sería privar a un movimiento político reciente, en etapa de consolidación, de herramientas partidarias muy efectivas para la disciplina interna.
Relacionado con lo anterior es el tema de la institucionalización del MAS a mediano plazo más allá del liderazgo de Evo. El carisma y la integridad de Evo lo hacen ser percibido como "irremplazable" o "unico", tal como lo expresan algunos candidatos en el largometraje. Si el MAS no es capaz de generar nuevos y renovados liderazgos de la talla de Morales antes del fin de su mandato, de poco servirá promulgar una nueva constitución o nacionalizar los recursos naturales. El MAS debe encontrar la ecuación correcta entre la continuidad de su programa de gobierno y la renovación de sus cuadros. Sobretodo en la actual coyuntura sudamericana, la nueva Constitución debiera respetar el actual art. 87 de la Constitución boliviana que limita a un periodo la relección presidencial.
De que saque proyecto de sus ventajas y sepa solucionar sus limitantes depende, en última medida, la sobreviviencia y efectividad del MAS de entregarle a los bolivianos lo que les prometió.



matias

martes, agosto 14, 2007

Niño Predicador

Tenía unos comentarios en preparación, pero este video de YouTube me ha dejado con la boca abierta.... cuanto fanatismo hay en el mundo. El Bin Laden del cristianismo.

domingo, julio 29, 2007

Un Proyecto fascinante


La razón de tanto silencio en las últimas semanas es que me ha dado mucha -muchísimas- vueltas una idea loca que tengo desde hace ya varias semanas.
Ocurre que antes de insertarme laboralmente como lo estoy ahora tuve la oportunidad conocer el mercado laboral desde la otra acera, es decir, como simple postulante. Con lo que me encontré es con lo que se encuentran muchos chilenos a diario: con procesos de reclutamiento sesgados, dudosos, diriguidos. Entrevistas de selección con preguntas insólitas y hasta caprichosas, sin ningún tipo de pauta o estructura.... arbitrariedad a granel.
Concretamente, todo comenzó con una postulación a la consultora Sprint en la cual, luego de entrevistarme ¡4 veces! no tuvieron ni siquiera la decencia de llamarme. Ahí todo lo politicamente correcto se me fue por el traste.... y los llamé dos veces hasta que el gerente me dijo, entre excusas inverosímiles ("estuve resfriado"), que yo no habia sido el postulante seleccionado. Llegar placé no tiene nada de traumante, pero si la falta de respeto absolutamente despreocupada y sin culpa que opera en muchos lugares. aquí quiero aprovechar de agradecer publicamente a Metrogas, que me llamó cuando participé en un proceso de selección con ellos.
Vamos al grano. Quería canalizar positivamente la rabia que me produjo la situación. Hacer algo al respecto por mi y por el resto de las personas que se ven expuestas a irresponsabilidades parecidas. La respuesta a ello es despitutados.cl, un sitio web de denuncia de faltas a la meritocracia de las empresas.
La página ahora está en fase de desarrollo (aún no la subo), pero aqui puedo adelantar algunos detalles. Cuando digo faltas a la meritocracia me refiero a irregularidades o malas practicas en el ingreso de las personas a las organizaciones, lo que en la terminología de los recursos humanos se llama reclutamiento y selección. Ejemplos es lo que más hay: avisos de trabajos en los medios de comunicación que exigen características que no correlacionan según los estudios con el desempeño en el cargo, filtro de curriculums no prolijo y sin respuesta a los postulantes, entrevistas de selección no estructuradas ni relacionadas con el desempeño exigido en el cargo, etc.
En mi opinión al menos, lo que más hay en Chile hoy es discriminación clasista, de ahi la importancia de proponer mejoras a algunos aspectos del codigo de Buenas Practicas Laborales propuesto por el gobierno el 2006. Por ejemplo, los CV's deberían ser ciegos a ciertos factores demasiado asociados a cierta perfil sociocultural como comuna de residencia o colegio de egreso, así como otros factores de discriminación como el género, el aspecto físico, el estado civil, la raza o la religión. Y eso la mayoría de los economistas no lo están midiendo con la prolijidad con que miden el declarar el 17 de septiembre feriado.

los mantendré informados. Se recibe cualqueir tipo de comentario y/o sugerencia.

Por el momento adjunto los objetivos especificos del proyecto (que está basado en gran parte en lo que hacen ahora las odecus y sitios web de reclamos como reclamos.cl):

Objetivos Específicos:

  1. Proponer mejoras que permitan a diferentes organizaciones mejorar sus procesos de reclutamiento, selección, promoción y remuneración.
  1. Informar y denunciar a la opinión pública transgresiones a la meritocracia realizado por empresas y rubros específicos.
  1. Investigar y conocer la presencia de la meritocracia en las empresas de Chile.
  1. Informar a postulantes a trabajos y trabajadores sus derechos en materias relacionadas a la meritocracia, así como la forma de exigirla.



matias