domingo, julio 29, 2007

Un Proyecto fascinante


La razón de tanto silencio en las últimas semanas es que me ha dado mucha -muchísimas- vueltas una idea loca que tengo desde hace ya varias semanas.
Ocurre que antes de insertarme laboralmente como lo estoy ahora tuve la oportunidad conocer el mercado laboral desde la otra acera, es decir, como simple postulante. Con lo que me encontré es con lo que se encuentran muchos chilenos a diario: con procesos de reclutamiento sesgados, dudosos, diriguidos. Entrevistas de selección con preguntas insólitas y hasta caprichosas, sin ningún tipo de pauta o estructura.... arbitrariedad a granel.
Concretamente, todo comenzó con una postulación a la consultora Sprint en la cual, luego de entrevistarme ¡4 veces! no tuvieron ni siquiera la decencia de llamarme. Ahí todo lo politicamente correcto se me fue por el traste.... y los llamé dos veces hasta que el gerente me dijo, entre excusas inverosímiles ("estuve resfriado"), que yo no habia sido el postulante seleccionado. Llegar placé no tiene nada de traumante, pero si la falta de respeto absolutamente despreocupada y sin culpa que opera en muchos lugares. aquí quiero aprovechar de agradecer publicamente a Metrogas, que me llamó cuando participé en un proceso de selección con ellos.
Vamos al grano. Quería canalizar positivamente la rabia que me produjo la situación. Hacer algo al respecto por mi y por el resto de las personas que se ven expuestas a irresponsabilidades parecidas. La respuesta a ello es despitutados.cl, un sitio web de denuncia de faltas a la meritocracia de las empresas.
La página ahora está en fase de desarrollo (aún no la subo), pero aqui puedo adelantar algunos detalles. Cuando digo faltas a la meritocracia me refiero a irregularidades o malas practicas en el ingreso de las personas a las organizaciones, lo que en la terminología de los recursos humanos se llama reclutamiento y selección. Ejemplos es lo que más hay: avisos de trabajos en los medios de comunicación que exigen características que no correlacionan según los estudios con el desempeño en el cargo, filtro de curriculums no prolijo y sin respuesta a los postulantes, entrevistas de selección no estructuradas ni relacionadas con el desempeño exigido en el cargo, etc.
En mi opinión al menos, lo que más hay en Chile hoy es discriminación clasista, de ahi la importancia de proponer mejoras a algunos aspectos del codigo de Buenas Practicas Laborales propuesto por el gobierno el 2006. Por ejemplo, los CV's deberían ser ciegos a ciertos factores demasiado asociados a cierta perfil sociocultural como comuna de residencia o colegio de egreso, así como otros factores de discriminación como el género, el aspecto físico, el estado civil, la raza o la religión. Y eso la mayoría de los economistas no lo están midiendo con la prolijidad con que miden el declarar el 17 de septiembre feriado.

los mantendré informados. Se recibe cualqueir tipo de comentario y/o sugerencia.

Por el momento adjunto los objetivos especificos del proyecto (que está basado en gran parte en lo que hacen ahora las odecus y sitios web de reclamos como reclamos.cl):

Objetivos Específicos:

  1. Proponer mejoras que permitan a diferentes organizaciones mejorar sus procesos de reclutamiento, selección, promoción y remuneración.
  1. Informar y denunciar a la opinión pública transgresiones a la meritocracia realizado por empresas y rubros específicos.
  1. Investigar y conocer la presencia de la meritocracia en las empresas de Chile.
  1. Informar a postulantes a trabajos y trabajadores sus derechos en materias relacionadas a la meritocracia, así como la forma de exigirla.



matias

lunes, julio 16, 2007

Las unicas salidas


El destacado periodista argentino Andrés Oppenheimer, correponsal del Miami Herald, trata con descarnada sinceridad la actual situación de latinoamerica.
El autor se dedica a comparar la situación de la región con otros países en vías de desarrollo que lo están haciendo bien, como China, Republica Checa, Irlanda y otros. A través de visitas a actores sociales y políticos relevantesde dichas naciones el autor va mostrando las diferencias entre las políticas ecomómicas adoptadas por dichas naciones y la actual situación en los países de América Latina. En definitiva, un bien libro que nombra varias claves relevantes -la educación, el pacto entre trabajadores y empresas, los incentivos a la innovación- a la hora de pensar en el desarrollo.

Mi único reparo, sin embargo, es que el texto tácitamente sostiene que el libre mercado bien entendido es la única receta posible en la región, aún en los países donde ha fracasado. Me refiero especialmente a Bolivia, un país que tuvo antes de Evo Morales sucesivos presidentes que aplicaron políticas de inspiración neoliberal, abriendo el país a la inversión extranjera, bajando los aranceles y privatizando las empresas estatales ineficientes. Sin embargo, el aplicar ciertas políticas macroeconómicas sin prestar atención a la cultura local (donde el neoliberalismo termina siendo más pro-empresas con llegada en el gobierno que pro-mercado) puede terminar siendo, como lo muestra ferozmente el ejemplo de la Argentina Menemista, una apuesta dolorosa.

matias

lunes, julio 02, 2007

Si la derecha quiere ser gobierno

Ahora que ando un poco desafectado de la Concertación y veo que el pobre de José Miguel Izquierdo es el unico cientista politico que anda haciendo sugerencias para la derecha semana a semana, me he decidido por centrarme en ella un rato.
Lo primero y más obvio de todo es que una derecha vigorosa, con alta votación electoral, con opciones ciertas de gobernar, le hace bien al país. Es sano para nuestra democracia porque de lo contrario terminamos conformandonos con el mal menor que se ha venido convirtiendo en el último tiempo la Concertación. O peor aún, hacer que el desencanto con el gobierno se convierta en antisistémico (contra el sistema político en su conjunto) en vez de llevar votantes a sus filas. Pero como bien dice Allamand, la alternancia en el poder no es un derecho adquirido, sino que debe ganarse (o al menos hacer el intento).
¿Qué debe hacer la derecha entonces si quiere gobernar el 2010?

Una ingeniosa y aparentemente sencilla formula es la proponen Engel, Galetovic y Gonzalez a partir del análisis de las encuestas CEP en marzo de este año: que la derecha sea capaz de seguir políticas públicas moderadas aunque molesten o enojen a gran parte de sus partidarios más derechistas.
El tema en la UDI -que es de tradición más jerarquizada- pasa porque nadie condena o calla a los "coroneles" que se escapan con los tarros y prefieren seguir teniendo sus pequeños feudos de poder antes que la derecha llegue a la Presidencia. En ese sentido son fieles a la arenga de Frei Montalva de que "ni por un millón de votos cambio una coma de mi programa".
Un ejemplo especialmente notable de lo anterior es Jovino Novoa. ¿cómo moderar a Novoa después de la vejación que sufrió en el Caso Spiniak? No olvidemos que esa vejación le valió que nadie -ni Lavín como ungido- pudieran evitar que ocupara la presidencia de la UDI. Y Novoa no es ningún moderado.
O Moreira, que es un gran diputado por La Cisterna pero que se hace notar por sus virulentas y desmedidas críticas en temas varios, sintiendo orgullo de su pinochetismo y otros excesos lamentables. En vez de alinearlo, lo dejan de vocero de verano (¡vaya arakiri!).

Si la derecha fuera capaz de proponerle al país 3 ó 4 políticas públicas sensatas y moderadas al país que esté requiere con urgencia y que la Concertación no ha podido o no ha tenido el coraje de realizar, la elección del 2009 ya la tendrían en el bolsillo. Pero para eso tienen que hacer un esfuerzo que les duela, tienen que hacer la diferencia en temas claves del país.
Humildemente sugiero 4 temas: reforma al binominal, delincuencia y drogradicción, desigualdad y educación. La derecha puede y tiene la gran opción de levantar como bandera propia la reforma al sistema binominal que favorece a las dos coaliciones en desmedro del resto de los partidos y de las propias alternativas de los votantes (cfr. Navia & Engel 2006). Aunque pierda votos en la calculadora electoral los recuperará porque empoderará a los ciudadanos que podrán escojer realmente a sus senadores y diputados en perjuicio de los actuales cabildeos de los partidos políticos. Además, un gesto de la derecha en esta materia sería una señal potente de desligamiento con el proyecto político del gobierno militar.
Respecto a la desigualdad la Alianza tiene mucho camino por recorrer. Debe partir por independizarse de los grandes grupos económicos del país y ser verdaderamente libre mercado. La derecha cometió el feroz pecado de confundir ser pro-mercado con ser pro-empresas. Bajo el deslavado discurso que la concertación es estatista y antiliberal (algo auspiciado por Bardón y sus secuaces) la derecha ha defendido muchas veces de manera escandalosa a conglomerados de empresas ineficientes, monopólicas y con intereses creados. En la derecha sobran economistas y faltan sociologos, psicólogos, organizaciones de defensa del consumidor.
Ese es el primer paso en temas de desigualdad, sólo para que la ciudadanía le de a la derecha el espacio para creer que están hablando en serio. Luego vienen denunciar la segregación espacial de nuestros núcleos urbanos, rechazar toda forma de discriminación solapada en lo laboral y social proponiendo múltiples medidas que permitan avanzar hacia una meritocracia, mejorar el acceso de los más desprotegidos a las estructuras de oportunidades, etcétera.
En el tema de la delincuencia hay una gran oportunidad de proponer soluciones aprovechando el gran vacío gubernamental. No olvidemos que parte importante de la fama que ganó Lavín en los noventa fueron por sus novedosas medidas al respecto (los carros rojos, avisar a la municipalidad cuando uno se va de vacaciones, más luminarias, etc.). La derecha debe proponer y ejecutar estrategias osadas para enfrentar la delincuencia y otro tema ninguneado por la elite gobernante: el narcotráfico. La venta de droga en las poblaciones o villas con sus armas, rencillas, violencias es quizá el factor que más deteriora la calidad de vida de cientos de miles de chilenos hoy.
En la educación el desafío va en la línea de reconocer la desigualdad y construir una propuesta país al respecto, aunque ello implique enojarse con Vial y la asociación de colegios subvencionados.

Junto a las cosas que la derecha tiene que hacer o proponer, también debiera dejar de hacer otras. 2 botones de muestra: uno, debe dejar de defender a los moralistas a ultranza para afrontar los embates desde una perspectiva más propositiva. En eso deberían aprender de la campaña del Hogar de Cristo con la píldora... que más que criticarla valoraba el hecho de tener un hijo. Por lo demás, ni los moralistas -ni los proabortistas- acérrimos rinden electoralmente.
Otor ejemplo son los exabruptos contrarios a los derechos humanos, como la defensa de la fuga de Iturriaga que hicieron algunos parlamentarios. La derecha debería aunar criterios al respecto, desde Labbé a Piñera, sin excepción.



Vista en su globalidad, en la derecha hay una línea divisoria entre quienes están por moderar a la derecha y tienen la convicción de llevarla al poder ejecutivo y quienes prefieren mantenerse leales a sus convicciones más profundas aunque están no conciban el apoyo del electorado padeciendo de "consecuencia excesiva". En el primer grupo están Pablo Longueira, Joaquín Lavín, Sebastián Piñera, Carlos Larraín, Gonzalo Cornejo, entre otros. En el grupo de los que atornillan al revés están el ya nombrado Novoa, el ex almirante Arancibia, el diputado Maximiliano Errázuriz, etc. De Allamand tengo la duda porque podría estar haciendo el juego de él llevarse los costos de hacerse el duro y dejarle más camino despejado a Piñera, pero pareciera más obstructor que constructor de un gobierno de Derecha. También en el limbo estaría Hernán Larraín que pese a la coordinación y colaboración que ha demostrado con sus pares de la Alianza aún no se desembaraza de la confrontación directa sin propuesta que ha veces muestra la UDI (como en el Transantiago).

El país se merece una derecha que esté dispuesta a arriesgar y jugársela el todo por el todo por ser gobierno. El país se merece poder escoger entre dos coaliciones que quieran ganar las elecciones y no sólo escojer a la pior es nada. Para decirlo cinematográficamente: si la derecha no hace enfurecer y ver canas verdes a Hermórgenes, Moreira, la Cubillos, Angelini y Orozimbo, prefiero seguir votando por los moderados y corruptos concertacionistas.


matias