sábado, diciembre 03, 2005

El pánico de la Concertación


Aunque han pasado más de 15 años desde que Pinochet se quitó la banda presidencial, aún persiste, en amplios márgenes de la Concertación un miedo primitivo y sórdido a la derecha desbordada, insaciable. La imaginan con garras furiosas, tomando de sí todo lo que se les ha escapado durante estos años en la oposición, comiendose guaguas proletarias, desbancando a los micro empresarios, emergiendo el poder debajo de las sombras (como si toda la derecha chilena fuese un Longueira excesivamente furioso...).
          Creo que los mismos prejuicios que tenía la derecha con Lagos ("que con Lagos íbams a volver a Allende") los tiene la concertación con la derecha. Le está costando sacarse los prejuicios de ella y, de pasadita, entender como dicha lógica le está vedando la verdadera dimensión de la batalla electoral.
          Cuando las personas tenemos miedo, nuestro lóbulo frontal se bloquea y es difícil pensar adecuadamente, la angustia nos desborda. Algo similar pasa con parte importante de la Concertación y la izquierda: tienen un miedo más allá de lo racional a un gobierno de derecha, como si fuesen a desmantelar todo lo obrado por los 15 años en sólo 4 (ni siquiera Allende logró eso y, si hacemos caso de la historia, fue un proceso progresivo de deterioro institucional).
          Digamoslo con todas sus letras: un gobierno de la Alianza no sería espantoso. Sus grandes desafíos serían dos: mantener la gobernabilidad siendo Gobierno y gastar de manera racional y sensata el gasto social (porque, de alguna manera, las apuestas electorales la obligarán a malgastarlo un poco). Pero en Educación y Salud probablemente no habrán cambios demasiado bruscos con la actual administración.
          Lo que está juego en la elección, entonces, no es tan gravitante (a menos que pase Lavín a 2da vuelta). Son solamente 2 estilos distintos con una gestión medianamente parecida. No hay, por ende, porqué preocuparse tanto. Más allá de las preferencias personales de cada uno de nosotros, el país no se derrumbará en el mediano plazo.


matias

3 comentarios:

Diego Cooper dijo...

Es impresionante el tono normativo y de opinologo que estas alcanzando.

Independiente de eso, en lo personal creo que está mucho más en juego de lo que dices. Si bien el modelo economico y los lineamientos generales de la politica en Chile no debieran cambiar, existen toda una gama de temas a considerar.

Estamos de acuerdo con que el discurso politico de hoy tiende a captar el electorado de centro. Piñera, en ese sentido, se muestra como una oferta de ese sector, lo que nos podria hacer pensar que sí, en el fondo da lo mismo por quien votar... total, tanto Piñera como Bachelet son de centro.
No discutiré al respecto, pero sí quiero agregar que, independiente de quien realmente representa al centro, el proximo presidente no gobernará sólo.
No olvidemos a los equipos que apoyarán al presidente, ni a los partidos politicos detrás de ellos, que deberán entenderse en pos de dar gobernabilidad al país.
Sin hacer juicio de valor ni mostrar preferencia por ninguno de los 2 conglomerados con más opciones de llegar a la presidencia, siento que uno de ellos está más preparado para ser gobierno, y hacer que sus componentes dentro del conglomerado sean capaces de dialogar y resolver de una forma civilizada y racional sus discrepancias.
Después de todo, será el conglomerado vencedor, sus politicos y sus creadores de politicas públicas los que daran las directrices no sólo morales, sino sociales y politicas del que será el Chile del 2010

Pablo Alfaro dijo...

Me cambié de casa:
www.pabloalfaro.org/weblog
El antiguo ahora es de otro patán. Larga historia.

Sorry por dejar este comentario "off-topic". Si quieres lo borras después.

Pato.M. dijo...

Es cerito. Así como van las cosas, la situación de Chile no cambiará mucho cn el siguiente gobierno. La cosa se puso fome, pero, será malo?