lunes, octubre 03, 2005




Ok. Dejemos la arena pública un rato tranquila. Que repose. Hablemos mejor de uno, que para eso es este espacio. dejemos a cualquier otro libre.

Mejor hablar desde el yo. Hoy quisiera hablar del insomnio paranoico que arrastro, que me tiene 35 horas non stop, con la adrenalina a mil. ¿resolviendo grandes problemas, enigmas o dilemas?

No. Es simplemente la maquinaria temporal que se me tira encima. El minutero deambula maratónico por mis sienes, me las carcome como un gusano excesivamente alcohólico. Yo lo increpo y me repito que voy a derrotarlo, a dar la lucha mientras me mantengo pegado a su lado, mientras batallo cada segundo, me consumo en su oleaje. ¿En qué estaba cuando, citando a Ginsberg, una esfinge de aluminio y acero abrió nuestras sienes de un hachazo y devoró nuestros cerebros y creatividad?

No la escuché venir. Simplemente un día despertó a mi lado y ya no pude zafarme. A veces se va por unos días a descansar por ahí pero vuelve, sempiterna, por su pequeño placer de parásito. Así que ahora, cuando su ronroneo me avisa su retorno me remuevo un poco en la sábana y le hago un hueco....

1 comentario:

Diego Cooper dijo...

Estas perdido