jueves, octubre 20, 2005

primer debate (se me quedaba en el tintero...)


No crean que diré algo nuevo. Solamente los mismos análisis gastados de siempre. Que Bachelet no se mojó mucho el potito en el debate, que Lavín habló duro y andaba armado (entre las historias de carnet, relojes, lápices a pasta y otros utensilios que han salvado la vida de personas baleadas podría hacerse una buena colección), de Hirsch y su sincericida "Bush es el terrorísta", de Piñera y su gesticulación como si remara un bote.
Bellos todos, sobrepreparados. Cada uno había recorrido antes el lugar de la batalla. Como este debate no era para que escogiera el país sino que un acto más dentro de esta telenovela que todos conocemos el final (aunque quizás, claro, la alargan unas semanas más para darle mayor expectación al público), la verdera respuesta que yo intento responderme es: ¿le vendió suficientemente la pomada Bachelet a la elite para poder gobernar con tranquilidad?
Yo creo que en parte sí exactamente porque no fue tan indulgente con ellos. La critico de manera bastante honesta, sin sobrepasarse demasiado. Validarse tiene aquí mucho de que la elite sienta una ligera sensación de temor (a perder los 120 mil millones de pesos las AFP, por ejemplo).


El más débil fue, según mi impresión, Piñera. Es el que tiene más bla bla y siguió usando su tonito y frases anticuadas, trasnochadas ("que la dueña de casa esto, el poblador pobre esto otro"). Esas frase tan bien para Lavín que es un populista desvergonzado, pero pa' Piñera no creo. No le sale natural.


matias

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